El jefe de Gobierno quedó mejor posicionado en la puja del PRO. Elogios a Bullrich y reivindicación de Cambiemos.
Por Martín Bravo para Clarín.
Antes de volar a Madrid, Mauricio Macri insistió con su mirada sobre la estrategia electoral en reuniones a solas con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Ya en España publicó la carta en la que buscó tomar distancia de las peleas por las candidaturas. Algunos en el PRO lo interpretaron como un movimiento para atribuirle al jefe de Gobierno la responsabilidad de resolver la interna. Otros como un reconocimiento de la pérdida de poder en las decisiones del espacio.
En cualquier caso, aun sin acuerdo y con negociaciones pendientes, Rodríguez Larreta quedó mejor posicionado en la disputa con su ex jefe político. Con el aval de los intendentes del PRO al desembarco de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires, materializado en las reuniones y las fotos con Néstor Grindetti, Julio Garro, Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro y Héctor Gay, ganó buena parte de la pulseada en el principal distrito del país. Macri pretendía que Vidal fuera la candidata bonaerense y ella ya le confirmó que esta vez no le hará caso.
Santilli ya se prepara para competir en las primarias contra la lista encabezada por Facundo Manes, la carta del radicalismo que se encamina a confirmar su candidatura en estos días. “Vengo a poner el cuerpo. Estoy para recorrer cada uno de los barrios, hasta la última casa”, adelantó el vicejefe porteño en uno de los encuentros con los jefes comunales.
Jorge Macri sostiene el rechazo a su postulación y asegura que lo enfrentará en las PASO. El sector de Rodríguez Larreta y Vidal confía en acordar con el intendente de Vicente López y titular del PRO en la Provincia.
Para seguir asfaltando su camino, Santilli argumenta que su candidatura este año no significa que en 2023 sea el único habilitado para suceder a Axel Kicillof, más allá de que un buen resultado lo dejaría bien posicionado.
¿Qué significaría «un buen resultado? No sólo contemplaría el triunfo, de acuerdo con la mirada en la sede de Uspallata: también “perder por un dígito”, es decir por menos de diez puntos, en palabras de un alto funcionario que trabaja en el armado bonaerense.
Además de dejar abierta la carrera por la gobernación, tanto para Jorge Macri como para otros aspirantes como Cristian Ritondo e intendentes como Garro, Valenzuela y Grindetti, para el alcalde de Vicente López una de las propuestas será el casillero a senador por la Primera Sección para un dirigente de su espacio, con la perspectiva de presidir el bloque.
Santilli consiguió el aval de Carrió, que lo levantó como “el candidato que hoy mide muy bien” cuando salió a atacar a Manes -aunque aún no está definido si ella irá en la lista-, y buscará acordar con Emilio Monzó y Margarita Stolbizer, aunque ambos son resistidos por la fundadora de la Coalición Cívica.
El plan Vidal
A otra velocidad, con suspenso sobre si se presentará o dejará pasar este turno electoral, Vidal planteó que en todo caso procura una lista de unidad para evitar una competencia con Patricia Bullrich. Luego de que trascendiera que la titular el PRO podría desistir de su intención de encabezar la boleta, se encadenaron los gestos con el objetivo de acercar posiciones.
“Valoramos el rol de Patricia, nuestra oferta le tiene que hablar al mayor ancho de banda posible del electorado y ella es la que está mejor en el núcleo duro del espacio”, ensayaron como argumento en la sede de Uspallata.
La propia Vidal había arrancado con los elogios a su eventual rival en las PASO. “Puso el cuerpo y la cara después de un momento difícil”, dijo sobre Bullrich en una charla virtual con Carrió, que a su vez completó la saga el fin de semana: “Patricia está actuando con grandeza”.
El plan de “reconocimiento” a los adversarios internos incluye a Macri. “No lo vamos a esconder en la campaña. En muchas áreas el gobierno de Mauricio empieza a ser más relevante, en contraste con lo que pasa ahora: en política exterior, seguridad, federalismo… Hay mucho para mostrar”, indicó un integrante de la mesa chica de Rodríguez Larreta sobre una de las fijaciones de Macri: la búsqueda de reivindicación de su mandato, incluso en términos económicos. Hasta ese punto no llegaron en la sede de Parque Patricios.
La estrategia para “que no haya ganadores ni perdedores” no será sencilla. Bullrich no acepta el tercer lugar de la lista en la Ciudad y en el ala dura del PRO reclaman un “equilibrio” en las definiciones.
Esa exigencia incluye dos ejes: que Rodríguez Larreta no imponga sus decisiones en los dos distritos principales y que integren las listas dirigentes con los dos perfiles, tanto los moderados como los intransigentes. «Tienen que estar los identificados con la gestión y también los que estuvimos en la calle», será el planteo.
“Patricia no es un obstáculo, pero Horacio tiene que ser responsable. El vamos por todo es kirchnerista, acá no va”, mostró predisposición para negociar aunque lanzó la advertencia un referente de ese sector.